Se trata de una mascarila de silicona, muy realista, que asemeja la forma de la bolsa escrotal sobre la que descansan los testículos. Evidentemente, no está homologada para protegerse del coronavirus, pero sí para hacer la gracieta. Eso sí, ser la persona más divertida del año te iba a salir por 29.99 libras, unos 35 euros.