La transición hacia la neutralidad climática que exige la Ley de Cambio Climático y Transición Energética implica el desarrollo de nuevas tecnologías verdes, las cuales son unas auténticas depredadoras de metales. La estructura, electrificación y electrónica de los vehículos eléctricos y de hidrógeno requieren metales. También las plantas eólicas y solares y la geotermia, cada vez en mayor proporción. Hacen falta metales industriales como hierro, aluminio, cobre, zinc y níquel.