Sabemos desde los días del Apolo que la Luna tiene actividad sísmica. Pero a diferencia de la Tierra, la mayor parte de su actividad está relacionada con fuerzas de marea y pequeños impactos de meteoritos. La mayor parte de su actividad sísmica también es más débil y mucho más profunda que la de la Tierra. Esto atrajo la atención de los investigadores que desarrollan la Antena de Ondas Gravitacionales Lunares (LGWA).Los desarrolladores de LGWA han escrito un nuevo artículo, “
arxiv.org/abs/2404.09181