Un frasco de gusanos parásitos blancos dejado por décadas en un museo de Tasmania puede ayudar a resolver un misterio: ¿Por qué las ballenas quedan varadas en playas? Son raros parásitos nematodos cogidos del espiráculo de una ballena piloto varada en 1973. Un estudio plantea una posibilidad: "sabemos que parásitos provocan suicidio en otros animales, ¿por qué no en ballenas?" Podrían limitar su capacidad para navegar. Sería necesario buscar parásitos e investigar los espiráculos de ballenas varadas.
- Paper:
doi.org/10.3354/dao03791