Una investigación documenta altas dosis de hidrocarburos y metales pesados como plomo, zinc o cobre vertidos en fondos marinos de la Antártida. Zonas próximas a la base australiana Casey presentan niveles de hidrocarburos similares a los puertos de Río de Janeiro o Sídney: durante décadas, vertió al mar hidrocarburos y metales pesados. Hasta la adopción del Protocolo de Madrid en 1991, la gestión de los residuos de las bases antárticas carecía del rigor que evitara daños medioambientales.
|
etiquetas: antártida , bases científicas , contaminaron , más de lo que se creía