«Es posible que la presencia de luz por la noche cree un entorno estresante que altera los procesos hormonales relacionados con el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, si así fuera, cabría esperar que se vieran afectadas todas las partes del cerebro. Una explicación alternativa es que las arañas obligadas a desarrollarse bajo iluminación nocturna cambiaron su inversión en distintas partes del cerebro. El funcionamiento adecuado del cerebro es esencial para que un animal pueda desenvolverse en su entorno...»
|
etiquetas: ciencia , contaminación lumínica , cerebro , arañas , medioambiente