"Comenzó driblando una cobra, creció driblando a la muerte, maduró driblando defensas y ahora ha tenido que driblar los límites de su cuerpo para vivir su día más soñado". Contado así resulta hasta dramático, pero es el resumen que se hacía en Lagarto de la vida de Diego Costa, al menos hasta el día en que se estrenó en un Mundial mientras España, la selección cuyos colores defiende, sufría una deba-cle histórica. El público brasileño que asistió al choque, además, pasó la tarde abroncando e insultando al delantero. Casi nada.
Y es verdad que el hijo de José de Jesús y Joseleide,…