Junto con otros 600 hombres, Ndumiso vive y trabaja en una pequeña “ciudad” controlada por una banda -con mercados y hasta una zona roja- que ha crecido en las profundidades de una mina de oro en desuso de Sudáfrica. Ndumiso le contó a la BBC que, tras ser despedido por una gran empresa minera, decidió unirse a la banda en su mundo subterráneo para convertirse en lo que se conoce como un "zama zama", un minero ilegal.Él excava en busca del preciado metal y sale a la superficie aproximadamente cada tres meses para venderlo en el mercado negro.
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