Los vecinos del Casco Vello de Vigo no pueden más. Se plantan ante la proliferación de ciudadanos que consumen drogas duras en la vía pública o viviendas abandonadas y okupadas, postales desagradables que parecían enterradas en una época pasada. "Hay gente que tiene miedo y pide ser acompañada para llegar hasta su casa". Piden aumentar la presencia policial y tapiar las viviendas en las que se desarrolla esta actividad para poner fin a esta situación de “descontrol” en el corazón olívico.
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