Vázquez-Figueroa inventó una desaladora que el Gobierno del Partido Popular decidió instalar en Almería. "Después de invertir diez millones de euros, tres de ellos de mi bolsillo, y de tener todo listo, llegaron a la Presidencia los socialistas. Cristina Narbona, entonces responsable de Medio Ambiente, sacó adelante un Decreto Ley que impedía la construcción de la desaladora porque se electrocutarían las gaviotas", subraya con enojo y extrañeza a partes iguales.
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