“lo único que no se puede tolerar en esta vida es ser pesado”, habría que decirle a Jordi Pujol (y también a unas cuantas personalidades más) que lo único que ya resulta inadmisible es que nos tomen por gilipollas, en el estricto sentido que la Real Academia define: tontos, lelos. Así que el nada honorable Pujol pretende convencernos de que ¡en 34 años! no ha encontrado “el momento” de informar a la Hacienda pública de que él y su familia tienen un pastizal en Andorra sobre el que no han pagado los impuestos correspondientes.
|
etiquetas: jordi pujol , hacienda , fraude