La postura del Gobierno vasco es firme y no abre una puerta para mantener San Mamés como sede. Ante ese escenario, Luis Rubiales, presidente de la RFEF se puso manos a la obra para que España mantuviera su plaza como uno de los países organizadores. Sus esfuerzos han dado frutos y desde hoy ya se pasa revista a La Cartuja para que Sevilla sea la casa de los tres partidos de la selección.
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