El Museo de la Lechería y el Queso de La Foz de Morcín es un fantasma que nunca se inaugurará y una dolorosa muestra del fracaso de las medidas de reactivación aplicadas en las cuencas mineras tras el cierre de los pozos. Las obras costaron un millón de euros de fondos mineros y terminaron hace diez años, pero el edificio no sirve para el uso previsto y se le busca otro. Goteras, oxidaciones e inundaciones dan fe de su progresivo deterioro.
|
etiquetas: asturias , cuencas mineras , fondos mineros , reconversión