El independentismo no sólo genera duros enfrentamientos entre la clase política española. Es capaz de romper amistades y crear hostilidades hasta en las mejores familias. Esto es precisamente lo que está ocurriendo entre los parientes de algunas grandes empresas catalanas. Una grieta se ha formado entre Artur Carulla, presidente de Agrolimen (Gallina blanca, Yatekomo), y su socio Fernando Rodès. Ambos fundaron y participan ahora en el diario independentista Ara.
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