En Las Merindades, al norte de Burgos, la vida hasta hace unos pocos años transcurría tranquila y pausada. Y la de Janett Ortiz, una joven ganadera de 35 años, con pocos sobresaltos más allá de los que pueden dar una finca de tres hectáreas y media en Santa Cruz de Andino y dos hijos pequeños. Ella llevaba tiempo escuchando la palabra fracking y había salido a la calle, como tantos cientos de ciudadanos de la zona, para tratar de erradicarla del vocabulario de una de las áreas más bellas de España. Pero el 14 de mayo de 2014 su vida dio un gir