Fueron cinco años de noviazgo y cinco meses de acoso. El que ella ejerció contra él después de que este decidiese romper la relación. A partir de ahí, la mujer lo persiguió, pidió su cabeza en el trabajo haciéndose pasar por una clienta, le contó al jefe que la persona que fue su amante le tocó los senos a una compañera, simuló un atropello, lo persiguió hasta una casa que él tenía para pasar los fines de semana, le envió numerosos mensajes y correos con insultos de todo orden y hasta le remitió fotografías de su pene.