El obispo de la Diócesis, Casimiro López, también se entrevistó con el cura, a quien advirtió de la gravedad del hecho, "aunque sólo hubiera sido una bendición, más allá de sus buenas intenciones". Según la Diócesis, el párroco reconoció ante el obispo el "grave error de su actuación", motivado por "una aplicación errónea de la misericordia al no haber distinguido la acogida y acompañamiento pastoral de las personas, de una parte, y, de otra parte, la aparente aprobación de una unión que la Iglesia no puede aprobar".