Desde que Donald Trump tomó posesión del cargo de presidente de los Estados Unidos el pasado 20 de enero no hay día, hora, o casi minuto en los que Elon Musk no cree alguna polémica. La inmensa mayoría se salen de los temas que cubrimos en esta casa así que no salen aquí. Pero lo de que ayer llamara retrasado a Andreas Mogensen, el astronauta danés de la Agencia Espacial Europea (ESA) que, entre otras cosas, ha sido comandante de la Estación Espacial Internacional (EEI), y que luego, cabreado, pidiera el fin de la EEI en dos años es para nota.