Lo raro de estos satélites es que nadie sabe con seguridad para qué sirven y, además, tienen una manera muy rara de moverse. Según las estimaciones son pequeños (apenas pesan 90 kilos) pero tienen una sorprendente maniobrabilidad. Poco después de sus respectivos lanzamientos, los tres comenzaron a moverse para aproximarse a diferentes satélites en desuso y pedazos de basura espacial como fases de cohete que flotan en órbita baja.
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