Sabedora de poseer un cuerpo que llama la atención y un apellido que concita expectación y envidia, Corinna, que pronto cumplirá 51, seguramente pensó que su relación con don Juan Carlos era el negocio de su vida, un pelotazo que la situaba en la cima del mundo, pasta y nobleza, dinero y royals. La ruptura definitiva ha tenido lugar en fecha muy reciente, hace apenas unas semanas. No ha sido fácil.