El desquite de Garrido tiene más de vileza que de vendetta. Si acaso demuestra que no es aconsejable dejar vivos a los ofendidos porque suelen ser muy rencorosos. Para ser de altura, la venganza ha de ajustarse a unos cánones que no se cumplen ni de lejos en la puñalada por la espalda.
|
etiquetas: garrido , ciudadanos