Felipe González ha decidido abandonar el Consejo de Administración de Gas Natural porque, en sus propias palabras, se aburre. Muy aburrido hay que estar para renunciar a un sueldo de 125.000 euros anuales, que es lo que cobra el expresidente del Gobierno por asistir a una reunión al mes como consejero de la empresa energética. La actitud displicente del exlíder del PSOE es una muestra de lo alejadas que las élites están del ciudadano de a pie y de la nula preocupación de muchos políticos por los conflictos de intereses entre sus actividades...
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