Los damnificados han perdido puestos de trabajo y dinero en viajes y contratos del alquiler mientras siguen esperando una llamada de la Administración para empezar a trabajar. "Hemos sufrido mucho daño psicológico, esto ha sido una tortura", así describe Almudena, trabajadora social de 23 años, la situación que ella y al menos una treintena de jóvenes han tenido que soportar estos últimos meses por culpa de un programa de empleo impulsado por el Ministerio de Trabajo.
|
etiquetas: empleo , gobierno , trabajo