Con la monarquía más en crisis que nunca y el patriarca del clan borbón marchándose al exilio, la prensa española de hoy no decepciona en su ejercicio de apoteosis monárquica con un vasallaje genuflexo que se dedica a hacer la pelota a un personaje que si huye no es para prestar un último servicio a España, sino más bien porque la presunción de haber mantenido prácticas corruptas a lo largo de su vida cada día va a más. Tanto es así que la derecha mediática se centra en el supuesto sacrificio del rey emérito y evita hablar de las causas.
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