Una alerta desde Rumanía de la hermana del varón raptado puso sobre aviso a la Policía, que lo ubicó en una finca okupada de Cuéllar (Segovia) (9.500 habitantes) a un hombre que llevaba tres años retenido y explotado laboralmente en una nave de la localidad. El captor ha sido detenido por obligarlo a trabajar, mantenerlo en condiciones infrahumanas y por exigirle el dinero que ganaba por su trabajo.
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