Fuera de antena, Carlos Alsina habla más bajito. Tanto, que temo que no se me grabe bien su voz mientras charlamos en un restaurante ruidoso. Le he dicho que no lo puedo entrevistar, que me niego a entrevistar al rey de los entrevistadores. Sería como darle una clase de pintura a Goya. Así que llamo a este encuentro «conversación», para liberarme de culpa, para que no me señale los defectos y también, qué diablos, para que se relaje y cuente esas cosas divertidas y profundas que se calla ante el micro.
|
etiquetas: entrevista , carlos alsina , periodismo , radio , españa , polarización