Raquel nos contó que lo llamaban “The Tinder Games”. Consistía en chicas pidiéndoles a tipos que encontraban en Tinder que les mandasen pizzas a domicilio. Pagadas por ellos, claro. La que recibía la pizza primero, ganaba. Ante nuestra incredulidad, Raquel nos enseñó capturas de pantalla que atestiguaban que era una práctica real. Y que funcionaba. Yo no tenía Tinder, pero la pizza gratis era la mejor razón del mundo para hacerse uno. Todos mis amigos estuvieron de acuerdo.
|
etiquetas: tinder , machismo , acoso , redes sociales