En una sociedad moderna, todos tenemos necesidad de agua, aire y tierra, pero también de electricidad, educación, servicios sanitarios y postales y transporte. En Suiza, la gestión de esos sectores básicos ha sido confiada a empresas estatales o paraestatales. Sin embargo, de manera reciente se ha producido una proliferación de casos donde esas empresas han vendido parte de sus actividades o de sus bienes. Es aberrante que esos bienes pasen cada vez más a manos de particulares que buscan su provecho.
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