La mujer, que padece una enfermedad crónica, estaba tumbada en el suelo, desorientada y sin poder moverse. El pequeño pidió ayuda a los servicios de emergencias y les dio la dirección que para pudieran atender a su madre. Así se desarrollaron los hechos. Los operadores del 112 preguntaron al niño si él podría abrir la puerta a los compañeros que iban a ir a su casa, a lo que respondió de forma segura con un sí. Hasta el domicilio se dirigió, aparte de los servicios sanitarios, la Policía Local del municipio.
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