Cuando sufres abusos sexuales en la infancia pierdes la condición de normalidad que la sociedad considera aceptable. No has hecho para que eso pase, solo tienes seis años, pero ya no eres como los demás. Te sientes culpable, sucio, no te gusta lo que sientes, y como no te gusta, mientes. Mientes y te ocultas, entonces ya nadie te ve, dejas de ser percibido. Durante todo este tiempo, en el que he luchado por sacar al niño que soy, del fondo del pozo de mierda al que lo arrojaron.
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