La federación de izquierdas pierde siete diputados con respecto a los comicios de 2012 aunque mantiene grupo parlamentario propio, con cinco escaños y menos del 7% de los votos. Antonio Maíllo valoró como "malos" unos resultados que relegan a su partido a ser "oposición" en el Parlamento regional. Alberto Garzón, por su parte, subrayó esa sensación de castigo del electorado andaluz por pactar con los socialistas y sumó variables como "la irrupción de fuerzas nuevas", caso de Podemos y Ciudadanos.
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