De cara a la opinión pública, la relación entre el Govern de Carles Puigdemont y el Ejecutivo de Mariano Rajoy era de oposición frontal. Un choque de trenes desde que la mitad del Parlament decidiera en septiembre realizar un referéndum que fuera el primer paso para su independencia. Sin embargo el Gobierno de Rajoy contó en varias ocasiones con un as en la manga; la información aportada por el número dos de una conselleria, que alertaba de las tensiones, las discrepancias y los movimientos de los miembros del Ejecutivo autonómico.
|
etiquetas: puigdemont , topo , servicios secretos