El secretario general de RMT, Mick Lynch, dijo ayer que sus miembros «no están dispuestos a recibir un golpe» y pagar los platos rotos de la crisis de financiación de TfL. Ésta ha provocado la reducción de personal y la revisión de un plan de pensiones cuyo coste asciende a los 375 millones de libras al año. «La lucha continúa y estudiaremos los próximos pasos de la campaña», dijo Lynch.
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