Sin mediar palabra, sacó de su pantalón corto una escopeta de cañones recortados y descerrajó dos tiros contra dos clientes del local, uno en cada mesa, hiriendo a uno de ellos y destrozando las cristalera. A continuación, se marchó del lugar con aparente tranquilidad por la calle Cáceres.
#1 Vale que eso lo digáis por el grupo de telegram para organizaros para votar negativo, pero decirlo en público sólo provoca vergüenza ajena entre la gente normal.
Pues el otro se ha librado de milagro.