Christian Brueckner la vendió a en 2015 en Portugal y puede ser una prueba clave para el caso. Las autoridades alemanas han logrado localizar el vehículo. Según publica el diario “Mirror”, Brueckner tuvo la autocaravana en su poder hasta el año 2015 cuando decidió deshacerse de ella. Para ello, se puso en contacto con el concesionario que el alemán Peter W. tenía en Portugal, que la compró por unos 5.500 euros. Brueckner cumple actualmente una condena de siete años en una prisión de Hannover por violar a una jubilada norteamericana.
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