Nadie sabe a ciencia cierta a cuánto ascendía la fortuna de doña María, la boticaria de Órgiva (Granada) que falleció en octubre de 2008. Nadie salvo sus albaceas, dos sacerdotes. A saber, Francisco José Campos Martínez, juez eclesiástico suspendido en sus funciones, que no cesado, y uno de los doce imputados en el caso de los abusos sexuales que investiga el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, y Juan Carlos Moreno Muñoz, actualmente párroco de San Gabriel de Loja. La boticaria no los nombró herederos de sus bienes.
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