Anticipándose a lo que podía ser un nuevo rebrote de las manifestaciones callejeras contra su gobierno, Nicolás Maduro decidió, hace poco menos de un mes, endurecer la represión contra los opositores habilitando el uso de armas de fuego. Hoy, la disposición se cobró la primera víctima: Kluiberth Roa, un niño de 14 años, murió de un disparo en la cabeza durante la represión policial a una marcha opositora en Táchira. Human Rights Watch (HRW) fue una de las organizaciones que en su momento cuestionó la decisión
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