Una polémica investigación ha sacudido la industria musical de Corea del Sur y ha sentado en el banquillo a empresarios, policías y estrellas de la canción involucrados en una red de prostitución y abusos sexuales. Una periodista descubrió la existencia de un chat en el que Seungri y otras estrellas del K-pop, compartían vídeos sexuales grabados sin permiso — imágenes de cámaras colocadas en lugares públicos —se sospecha que gracias a sus contactos en la policía incluso alardeaban de abusos y violaciones.
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