«Durante esos años, supe que ningún país del mundo, con la excepción de Suráfrica, contribuyó más a la economía de los bantustanes que Israel. Los israelíes levantaron fábricas, barrios, un hospital e incluso un estadio de fútbol y una granja de caimanes en estos estados-marioneta de Suráfrica. Israel llegó hasta el punto de permitir que uno de ellos, Bophuthatswana, tuviera una misión diplomática en Tel Aviv y que su líder Lucas Mangope (marginado por todo el mundo por legitimar y promover el apartheid) fuera invitado con frecuencia a Israel».
|
etiquetas: apartheid , israel , sudáfrica , bantustanes