"Camino del Ártico, un poco antes de llegar a Islandia, las islas Feroe serían Hawái de no encontrarse en el Atlántico Norte. Pequeños trozos de esmeraldas sin pulir y naturaleza gloriosa envueltas en aguas gélidas y densa niebla. Puede que hasta ahora nunca hayas escuchado hablar de ellas, pero presta atención y toma una buena bocanada de aire fresco porque están llamadas a ser el nuevo destino para los viajeros que ya lo han visto todo. Un lugar en el que disfrutar del lujo de la lentitud y del silencio".
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