Los "enemigos del pueblo" no son aquellos que se oponen al brexit, sino los irresponsables políticos que nos han conducido a este acto de autodestrucción. A esto nos hemos visto reducidos. Una humillada y suplicante primer ministra Británica sentada a solas en un cuarto anexo mientras el resto de la Unión Europea discute nuestro futuro. Un gobierno incapaz de gobernar. Un país que se ha convertido en sinónimo de caos y disfuncional.
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