Seguidores de la Roma protagonizaron un momento lamentable en el aeropuerto de Budapest. Anthony Taylor, árbitro de la final, llegó en compañía de su esposa y su hija y se vieron rodeados. La agresividad fue escalando y la seguridad se encontró sobrepasada por completo. Un hincha se puso frente al árbitro y un integrante de su círculo debió sacarlo del camino mientras la hija de Taylor exhibía una cara de profundo temor. En el lugar donde intentaron resguardar a la familia se registraron botellazos y arrojaron una silla.
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