El 6 de noviembre de 2015, durante una inspección visual planificada del gasoducto Nord Stream, se descubrió el destructor de minas de la OTAN Sea Fox, que yacía en el espacio entre las cuerdas, claramente debajo de una de ellas. Era un punto de 651 km a una profundidad de 40 metros. Luego, el artefacto explosivo fue retirado por las fuerzas armadas suecas. El transporte de gas, detenido por la emergencia, se ha restablecido. La OTAN dijo que el destructor de minas submarinas se "perdió" en el ejercicio.
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