No seria que lo que verdaderamente estaba presenciando era la escenificación de la habitual rutina necrológica hispana, donde se alaba, glorifica y vitorea a las fallecidas figuras de cierta relevancia social y mediática hasta lo disparatado, poniendo el acento en las supuestas cualidades del finado, olvidando al mismo tiempo sus defectos y comportamientos inmorales, infames o equivocados, vamos que llegué a pensar que el Borbón había muerto.
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