La sargento Serrano requisó el disco duro del ordenador del cabo y “encontramos numerosos pliegos a empresas y personas físicas y jurídicas. Se dedicaba a denunciar a Mercasevilla y cuando ésta entidad llegaba al juzgado contencioso administrativo por el expediente sancionador de la Junta de Andalucía, esta persona iba como testigo por parte de los denunciados”. Un sinrazón que llevó a la jefa de unidad del Seprona a entregar dos informes a sus superiores.
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