Los ministros de Finanzas de la Unión Europea no han logrado aprobar la iniciativa para imponer una tasa del 3 % sobre la facturación. Un impuesto que habría afectado a las compañías de internet que facturan más de 750 millones de euros a nivel mundial y más de 50 millones en la UE. La decisión debía ser adoptada por unanimidad, pero países como Irlanda, Suecia y Finlandia se oponen. El objetivo es reducir la disparidad que existe entre lo que pagan las plataformas digitales, el 9,5%, y las empresas tradicionales, el 23,2%.
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