El 5 de septiembre de 2019 el procesado viajaba en un vuelo de Madrid a Málaga y tras cambiarse de asiento se acomodó en la misma fila y junto a la menor, que viajaba sola. Según el fiscal, la niña se quedó dormida y presuntamente le introdujo la mano por debajo de los pantalones y ello provocó que la menor despertara. Supuestamente la niña le reprochó su proceder y pidió a un azafato que le cambiara de asiento y se sentó en un plaza distinta. En la vista oral la menor aseguró que aunque no recordaba nada, los abusos no se cometieron.
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