Os deseo a todos y todas, y deseo para mí misma, un año 2015 de cambio; que la indignación se convierta en rabia, que la rabia nos lleve a las urnas y con los votos hagamos desaparecer a los políticos que han permitido este estado de cosas. Y que a los ladrones y a los corruptos se les pueda juzgar y castigar. Que nuestro deseo de cambio nos convierta en la fuerza imparable que necesitamos para recuperar la vida que nos roban.
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