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Un esperanzador fármaco podría reducir las ganas de beber alcohol

Ver cómo se comporta una persona borracha puede resultarnos llamativo, o incluso gracioso: no coordina sus movimientos, suda sin control, se marea y dice cosas sin sentido. Imaginemos esta situación cada día. Con problemas añadidos de concentración, atención y memoria. Sin ser capaz de parar de beber, a pesar de ser muy consciente de los síntomas que va a experimentar. Y que cada día se convierta en una lucha constante por conseguir beber alcohol. Pues esa es la vida de un alcohólico. Y no, no es nada divertido.

| etiquetas: fármaco , beber , alcohol

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