A nadie se le escapa que la clave está en el abandono del carbón. El precio bajo del gas, los impuestos medioambientales (18 libras por tonelada métrica desde 2015) y la expansión imparable de las nuevas energías renovables han conseguido que el carbón caiga un 74% en la última década. Tanto es así que el Gobierno británico anunció que cerraría la última planta de carbón en 2025, pero a este ritmo muy posiblemente acabe cerrando antes.
|
etiquetas: carbono , carbón , gas , renovables , contaminación , gráfico